Horizonte formativo


Dentro de este marco de constante evolución, el Liceo Benalcázar asume un reto fundamental para este nuevo siglo, con su Proyecto Educativo Institucional:


“Formar personas líderes y ciudadanos del mundo”

Este enfoque lo encontramos en las palabras de María Perlaza (fundadora del Liceo Benalcázar) cuando escribió:

“(..)Ciudadana del mundo, me pareció difícil anclar por largo tiempo la barquilla de mi inquietud, pero triunfó en mí el ansia viva de fundir en mi pueblo, como se ha fundido dentro de mí, el anhelo lacerante de una cultura vuelta servicio cívico, una cultura que abarque todo el haz de los intereses humanos (…)

En el constante tejer y destejer programas y sistemas de educación; en el urdir la trama sencilla de la organización de la naciente escuela, yo tenía el espíritu obsesionado con la portentosa intrepidez para vencer dificultades, para salvar obstáculos, del héroe fundador y me subyugaba el magnífico gesto del brazo enérgico que lo mismo señala el mar que el infinito.

Teniendo como referencia esta comprensión de los que significa “Ser Ciudadanas del Mundo”, el LICEO BENALCAZAR asume el sueño y el reto de centrar el proceso formativo de las estudiantes en tres ejes fundamentales: la Formación de la persona basada en valores y principios, la Formación para la Convivencia, y la Formación para el Aprendizaje.

A continuación, se desarrollan cada uno de los EJES FORMATIVOS:

La formación de la persona

Basada en principios y valores. (“Formación y desarrollo de seres humanos autónomos) A reconocer y expresar las emociones con tranquilidad, logrando el autocontrol y siendo efectiva

Los valores que se fomentan en nuestros estudiantes son: la honestidad, en todas sus acciones; el respeto a sí mismo y a los que los rodean; la responsabilidad, entendida como la capacidad de responder a los compromisos que se adquieren de manera oportuna y eficaz; la solidaridad; El amor por lo que hacen; La autonomía en sus procesos de aprendizaje; la firmeza en sus convicciones; La perseverancia para alcanzar sus metas y sueños.

Estos valores se forman en los estudiantes en los diferentes momentos educativos que el Liceo ha planeado en su currículo como por ejemplo, las actividades formativas, las convivencias, en el área de liderazgo y de competencias personales, entre otros.

La formación para la convivencia armónica

La formación de la convivencia, forma parte esencial del proceso educativo, dado que es en la relación humana cotidiana, donde el proceso formativo tiene lugar y adquiere un sentido; además, es en la convivencia, donde los estudiantes podrán desarrollar realmente sus potencialidades.

Promueve y fomenta formas específicas de relacionarse con los demás, de establecer Relaciones Interpersonales armónicas.

La formación para el aprendizaje

Es un aspecto diferenciador de los estudiantes del Liceo Benalcázar y una competencia esencial en el día de hoy, donde, como afirma Herbert Gerjuoy “Los analfabetos del siglo XXI, no serán aquellos que no sepan leer y escribir… sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”. Aprender a desaprender es dejar de hacer lo mismo, de la misma manera. Es decir, encontrar o descubrir que sí existen otros caminos que permiten llegar al mismo lugar, dejando las limitaciones que comúnmente tenemos, por otras que no hemos experimentado

Para Reuven Feuerstein, la capacidad de aprendizaje de una persona puede ser desarrollada, a través de la Mediación; es decir, la presencia significativa de un adulto que lo guía y acompaña en el desarrollo de estrategias de aprendizaje que le posibiliten alcanzar las metas propuestas y si es el caso, ir más allá de lo planteado, despertando así el deseo de aprender y la confianza de cada uno en su capacidad de aprender. En este proceso el desarrollo de la Metacognición es un aspecto fundamental. Se entiende por Metacognición: “La capacidad de las personas para reflexionar sobre sus procesos de pensamiento y la forma en que aprenden. Esta capacidad se caracteriza por un alto nivel de conciencia y de control voluntario. El conocimiento sobre la propia cognición implica que un individuo es capaz de tomar conciencia del funcionamiento de su manera de aprender y comprender por qué los resultados de una actividad han sido positivos o negativos” (3).

Enmarcando este PROCESO FORMATIVO, que ha distinguido al Liceo Benalcázar a través de su historia, se encuentran los siguientes EJES CONCEPTUALES, que le otorgan al proceso formativo unas cualidades particulares:

Excelencia

El Liceo Benalcázar busca formar la EXCELENCIA en sus estudiantes, es decir, la consciencia de poder ser mejores y lograr metas cada vez más altas, demostrando altas competencias en su formación. Las personas competentes, son aquellas que poseen la capacidad de saber aplicar exitosamente su repertorio de habilidades, destrezas y conocimientos, en diversos contextos y situaciones. Saben hacer lo necesario para alcanzar o lograr los objetivos deseados o propuestos, aprovechando al máximo los recursos disponibles. Esto requiere de una actitud de apertura y deseo de abrir nuevos horizontes en sus vidas.

Emprendimiento

La palabra “Emprendimiento” proviene del francés “entrepreneur” (pionero) y se refiere a la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo. Emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona para emprender nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso más, ir más allá de donde ya ha llegado.

Consciencia Social y Ambiental

La consciencia Social, puede definirse como el conocimiento que una persona tiene sobre el estado de los demás integrantes de su comunidad.

El individuo con consciencia social es, justamente, consciente de cómo el entorno puede favorecer o perjudicar el desarrollo de las personas.

La consciencia social supone que el hombre entiende las necesidades del prójimo y pretende cooperar a través de distintos mecanismos sociales.

La consciencia social es un tipo particular de consciencia, es aquella que permite relacionarnos en sociedad, estableciendo relaciones de empatía con las personas que nos rodean.

La consciencia ambiental puede definirse como el entendimiento que se tiene del impacto de los seres humanos en el entorno, es decir, entender cómo influyen las acciones de cada día en el medio ambiente y como esto afecta el futuro de nuestro espacio.

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